Ali Roberto descansaba plácidamente en su cama de la suite congress del hotel Hilton Bora Bora, la noche había sido muy movida, entre reunión, coctel, acompañante y demás vicisitudes de una persona de su posición y poder. Su Rolex de caja de oro y diamantes pito y Ali abrió los ojos algo enrojecidos por la vigilia pasada, desconecto la alarma y se sentó en la amplia cama con dosel, mientras sus pies reposaban sobre el cristal que daba a las cristalinas y placidas aguas del atolón, tenía algo de resaca, pero nada como una ducha de agua fría para despejarse. Eran las 9:30 hora local, y había trabajo que hacer. Llamo al servicio de habitaciones y mando un desayuno completo, desestimando el vino o cualquier bebida fuerte, ya había tenido bastante para un día.
Tocaron a la puerta cuando el salía de la ducha, entrando el servicio de habitaciones y preparando el salón para desayuno y retirándose, lo que le dio tiempo de asearse y con bata, sentarse al refrigerio, no sin antes encender la gran televisión panorámica en la CNN y abrir el último número del New York Times que le enviaban en exclusiva desde Estados Unidos, esa mañana no había mucho que contar, habían unas cuantas noticias de aquí y allá como que el presidente de Paquistán daba una entrevista para los medios de comunicación en Karachi informando del estado de su país por las inundaciones, la comparecencia del secretario del tesoro en la cámara de representantes, una conferencia sobre el tiburón de Groenlandia en el Santa Mónica college, un accidente en el rio rojo, la decisión de condenar como culpable al Ex jefe de policía Sudafricana, la actualidad sobre derrame de petróleo de BP en el golfo de Méjico, una entrevista al hombre de negocios Sídney Harman y al escritor y comediante Steven Alexander Wright, el final de la serie “The Bachelorette” de gran éxito en USA, un estudio médico sobre el síndrome ehlers danlos, la actualidad deportiva hablando del Ndamukong Suh, jugador de futbol americano de los Detroit Lions en la NFL, la preocupación sobre el curso de la tormenta tropical colin y su posible paso por la costa este y un largo etc.
Su móvil Nokia N900 pito al recibir un mensaje entrante, Ali dejo el periódico sobre la mesa y pulsando rápidamente desplego su contenido.
- “Amelia ha salido en el vuelo de las 03:00 UTC-10, estará con usted antes de la hora del almuerzo, tenga preparado los documentos y demás tramites tal como acordamos, y sea discreto”
“Todo va sobre ruedas” pensó Ali, mis clientes sabían que mi trabajo siempre era discreto y de calidad. Aunque su nuevo cliente quería algo más exótico de lo habitual, si todo se movía como el planeaba, a las 2100 UTC-10 el pedido llegaría a su destino sano y salvo”.
Elim Tholks, Carguero Portacontenedores de bandera nigeriana, a 260 millas náuticas al este de las islas salomón.
El capitán rumano Bodgan Alexandru mantenía su barco de 16453 BTR a unos 16 nudos de velocidad, mantenía rumbo E, para pasar al norte de las islas Fiji y mantener el rumbo para evitar una Garlena formada al E de las islas, el servicio meteorológico de las islas ya había dado la alerta.
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IN THE AREA BOUNDED BY 22S 169W 23S 160W 25S 159W 25S 167W 22S 169W, EXPECT
SOUTHEAST WINDS 30 TO 35 KNOTS.
AREA OF GALES SLOW MOVING.
THIS WARNING CANCELS AND REPLACES WARNING 008.
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El capitán había dado órdenes de asegurar toda la carga una vez atravesado el archipiélago las salomón. La mayor parte de la carga era para las islas Fiji y lo que fueron las antiguas islas del archipiélago de Tonga, desde hace más de 40 años en una guerra fría entre las islas centrales y la isla de Niue.
Eran aguas traicioneras ya que eran normales los encontronazos entre los buques de dos países. En más de una vez, mientras transitaba en sus aguas oteaba el horizonte para que ninguna patrullera apareciera a hacerle un registro, siempre rolaba a norte o a sur, para poner tierra de por medio, pero esta vez no se salvaría del encontronazo, los agentes de aduanas de la DPR eran unos matones y los de Wineland unos nazis, a cual peor, si había alguno bueno, era una completa excepción, veremos que nos depara el futuro.
Amelia Anastasia, viajaba a bordo de un Learjet 60 que hacia una hora había despedido del aeropuerto de Honolulu en un Bombardier Challenger 300 que se encontraba a nivel de vuelo 310 y volaba hacia el sur a Mach 0.78, con el iban 7 pasajeros más, dos ingenieros, tres banqueros y sus dos acompañantes, ella se encontraba en un asiento central, trabajando en su portátil y buscando referencias en las noticias internacionales sobre equipamiento militar. Sus jefes la llevaban para cerrar un suculento trato que podía dar a la compañía millones de dólares, si este se cerraba, claro. El comprador era solo un intermediario, un cazador de fortuna que según sus fuentes trabajaba al mejor postor con los señores de la guerra de la región africana y asiática. Pero en este último envió, hubo algo que le extraño, pedía armamento aire superficie para aparatos de segunda generación, algo la mar de extraño. Ese equipo, aunque fuera fácil de encontrar en excedentes rusos o de países del este de Europa, se le consideraba casi chatarra al nivel actual y cualquier sistema moderno podría derribar a un aparato portador antes de que este lo lanzara, y no dijéramos que el aparato fuera un avión de hélice o un reactor antiguo, no existían equipos actualizados para ellos. Aun así, se habían encontrado varias decenas de unidades, además de cohetes y bombas que también se venderían muy bien, dicha carga ya estaba embalada, y enviada por barco desde el puerto de Bangkok en un buque con bandera internacional y junto a mucha carga diversa, además, con todo su papeleo en regla. Sus jefes le habían dicho que congeniara lo menos posible con ese hombre, que era un vividor pero también le habían advertido que fuera con cuidado, tal vez fuera un salvaje sin ningún tipo de normas. Sin problemas, ella siempre llevaba la pistola de pimienta y otras herramientas en el bolso por si algún gracioso se le interpusiera por delante, y por supuesto, las clases de karate le habían servido para algo. Pidió a la azafata un poco de whisky con hielo y unos trozos de limón mientras completaba unos análisis de ventas y continuo revisando información, encontró lo que necesitaba, el misil tenía la designación 9M114 Shturm-V, pero era conocido como AT-6 por los países occidentales, sería interesante ver sus aplicaciones. De resto, pues una buena remesa de cohetes S-13, S-24 y S-25, además de varios tipos de bombas FABs y OFABs. Una vez firmados los papeles ya no habría problema, una buenos días de descanso un vuelo a Sídney y vuelta al trabajo.
¿Dónde vas viejo? El Sargento Kadrik dio un respingo al oír ese tono, se giró para encararse hacia el desafortunado chiflado que estaba a punto de o bien ganarse un puñetazo o una reprimenda cuando se topó con la cara de su superior, ¿Señor?, al almacén a realizar un mantenimiento. El teniente lo miro y después dio una carcajada, acto seguido agarro el brazo del curtido soldado y con un movimiento rápido, lo empujó hacia una pesada puerta de metal que estaba al lado de él. “Aprovecha ahora” dijo en voz baja el teniente Ornik, “¿Qué aproveche que?”, “¿Crees que soy tonto?, que el capitan no deje entrar a nadie ahí dentro no significa que tú y el sargento de artillería no significa que otros lo hagan”, “¿pero estas loco?, si el capitán nos encuentra aquí, nos manda al calabozo durante un mes”.
“a ver Sargento Kadrik, sé que le molesta que sea casi 15 años más joven que usted y tenga mando superior, pero eso no significa que soy el único teniente con algo más que unos estudios de balística, siempre me preguntado para que me mandaron a USA a la escuela de artillería a aprender trayectorias orbitales si nuestra artillería no dispara a menos de 60 km, y siempre he sabido que la respuesta está ahí”. Señalando dos pesadas puertas fortificadas en el fondo de un túnel de 10 metros de altura y unos 16 de ancho. “¿Me equivoco?”, el sargento frunció el ceño y bajo los ojos un segundo, pero el teniente fue rápido y le quito las llaves que portaba en la mano derecha. “¿Pero qué….?”, Ornik se puso en tres zancadas junto una pequeña puerta de servicio e inserto la llave antes de que Kadrik pudiera llegar a su altura, con otro movimiento abrió la cerradura y la puerta se abrió con un chirrido, Kadrik agacho la cabeza y giro los ajos asustado a la boca del túnel, a unos 40 metros de distancia, pero nadie apareció por ellos. “Vamos, no tenemos todo el día”, “El sargento corrió hasta la puerta y con la mayor delicadeza la cerraron para evitar que hiciera más escándalo. Kadric apretó una palanca en un panel eléctrico y la luz se hizo en la cámara, dicha cámara, de unas dimensiones de 100 metros de largo por 16 de ancho, y 10 de alto había lo que parecían dos camiones 8x8 que arrastraban dos remolques con cubiertas de acero, y una cantidad indeterminada de vehículos y contenedores, además habían dos puertas de iguales dimensiones a ambos lados de la cámara con puertas de servicio, pero lo más interesante de los dos vehículos era el anagrama que había en uno de ellos “US ARMY”, esto hizo que Ornik se lo pensara dos veces y dijera “vámonos, ya he visto suficiente”, agarrando otra vez a Kadrik del brazo se dirigieron a la puerta, apagaron las luces y cerraron la puerta con llave. Después comenzaron a caminar, Kadrik con la cabeza gacha y Ornik pensativo, hasta que hizo detenerse al sargento. ¿Asi que por eso me mandaron a los estados unidos?, a aprender a usar misiles tierra tierra y si no me equivoco de gran alcance?”, “no le puedo contestar esa pregunta, señor”, Ornik fue ha abrir la boca pero alguien lo interrumpio. “Yo le responderé esa pregunta, pero caballeros están ustedes arrestados”, los dos se giraron con los ojos desorbitados a la entrada del túnel y se encontraron al Capitan y a alguien que no esperaban, un general de una estrella con diez soldados uniformados. Mirandose a los ojos, los dos sabían de buena tinta que estaban en un muy buen lio.
Lista de capitulos de Miniguerras (aqui)
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